Visitando Mioño y Castro Urdiales (Cantabria)

Llegamos a Mioño, una pedanía de Castro Urdiales, orgullosa de su pasado minero. Esto se nota a cada paso: Los maceteros son vagonetas, los figurines del polideportivo tienen cascos de minero; Se refleja en los concursos de poesía, en las estatuas…

Monumento al Minero y vagonetas – macetero al fondo.

Parque para la mitad de los jugadores de Héroes de la Tormenta.

El Camino del Cauce es un parque hacia la playa, que transcurre entre árboles, piedras musgosas y personajes mitológicos. Yo lo caminé en una mañana neblinosa, y aunque no me fijé, seguro que había por allí uno de esos duendecillos del bosque. No el arquetu, que a los castellanos no se nos aparece.

Qué cosas, las tradiciones populares: si se pierden las cosas en casa, se inventan que existe un duendecillo que las desordena, en lugar de buscar métodos para ser más ordenados. Uno de los personajes benévolos (para variar) se encarga de reparar las cabañas de los pastores cuando éstas se rompen en invierno, para que estén habitables antes de que ellos lleguen en primavera. Supongo que se trata de contar historias para entretenerse, sin más.

El paseo es muy agradable y hay gente desde temprano, corriendo o paseando perrillos. Más cerca de la playa se pasa cerca de granjas con caballos. Un lugar perfecto para caminar, leer y relajarse..

La playa me resultó evocadora. Solitaria y pedregosa, entre la bruma no era difícil imaginarse los caballos arrastrando los carros de materia prima hasta aquí. Tenemos suerte de no estar en ese momento, solo contemplarlo desde la tranquilidad.

¿Volveremos a abrir minas en Europa?

Pasamos en Mioño un par de días, hasta que las aguas negras nos exigieron movernos. Aquí toleran a los vehículos vivienda, hay un aparcamiento muy grande en pleno centro de la localidad, pero no ofrecen ningún servicio. Ni una alcantarilla donde vaciar aguas. La entrada al aparcamiento es peculiar, porque entras por un paseo, entre los bancos donde se sienta la gente. No es lo mejor, pero es algo. En otros pueblos ya se van dando cuenta de que dar servicios a las autocaravanas atrae turistas hacia los pueblos de interior: https://www.eldiariomontanes.es/cantabria/modo-llevar-turistas-20220821173937-nt.html

Nos queda pendiente hacer las rutas del Legado Minero y visitar Castro en condiciones.

Señores de la Junta Vecinal, ponedle la matrícula al coche oficial.

Llegamos al mar y el gato desaparece.

El polígono industrial de Barakaldo se hizo muy ruidoso a las seis de la mañana, así que levantamos campamento y llegamos a la costa, justo para contemplar el amanecer.

Puente de tirantes

Amanecer en el Camino del Norte, cerca de Musques, Vizcaya.

El gato todavía no está muy acostumbrado a los viajes y cuando llevamos un rato se pone a maullar delante de la puerta, para que le dejemos salir de la máquina infernal (de la AC); así que cuando llegamos al destino y abrimos la puerta, sale escopetado, sin mirar si estamos en un prado o al lado de un barranco. Se fue, pero al rato volvió.

El lugar es precioso y muy tranquilo. Era una antigua vía minera y el Camino del Norte: está frecuentado por caminantes, peregrinos, y vehículos vivienda. Si fuera septiembre, podríamos pasar algunos días aquí, dando paseos, sacando fotos y cogiendo moras, pero en plena ola de calor, y sin sombra, no es viable.

Al gato también le gustó mucho el lugar, porque se fue de nuevo y no volvía. Como somos todos novatos en esto de vivir en el mundo exterior, estábamos bastante inquietos y le estuvimos buscando a voces, hasta que apareció, tan pancho, tres horas después. Quizá estuvo todo el rato en cualquier agujero a dos metros de la auto, con las palomitas, viendo cómo le buscábamos, o quizá realmente se desorientó.

Nos movemos a Mioño, ya en Cantabria,

Camino de la Costa. El Hoyo Auzoa.

Frías, Geocaching, y acabamos durmiendo en un polígono industrial de Barakaldo (Vizcaya) .

Después de Oña, visitamos Frías durante un par de días. A la orilla del rio, cerca del puente medieval, hay una zona de baño y sombra muy agradable, donde mucha gente va a pasar la tarde.

Había una señal municipal prohibiendo la acampada, pero aun así nos quedamos a pasar la noche; a la mañana siguiente, pasó la guardia civil pero no nos dijo nada. ¿Qué se entiende por acampar?. Legalmente: sacar algo fuera del perímetro del vehiculo. Para los detractores de los vehículos vivienda, una autocaravana siempre está acampando. Es complicado para los profanos comprender y aplicar las diferentes legislaciones aplicables.

Gata guardando el perímetro

Allí cerca está Tobera. Es bonito, aunque es mejor visitarlo en primavera, las cascadas llevarán más agua. También hay un caché muy sencillo. Geocaching es un juego mundial de búsqueda de tesoros, con una comunidad muy grande y muy implicada.
El tesoro, el caché, no vale nada, suele ser una cajita con un libro de firmas para poder demostrar que se ha encontrado, y quizá un objeto sin valor. A veces están debajo de una piedra, metidos en un agujero, o tienen un imán y se sujetan a una valla o señal de tráfico.

Lo que a mí me aporta Geocaching es que, al contribuir la gente local, te suelen llevar a sitios bonitos, más allá de lo típico que ve todo el mundo; y por supuesto, la satisfacción de encontrarlo.

Ermita de Tobera y Santo Cristo de los Remedios. Gracias de nuevo.
¿Estará alguno buscando tesoros?

Si el lugar está concurrido, hay que disimular, para evitar que alguien ajeno al juego lo vandalice. Es una experiencia diferente, jugar a un juego paralelo mientras las demás personas están atentas a la ermita, a sacarse fotos…

Desde aquí seguimos hacia el norte huyendo del calor. Vamos a parar en Barakaldo, a visitar a un amigo y hacer recaditos.

Barakaldo me encanta, he ido muchas veces, pero en Park4night no aparecen muchos sitios donde aparcar la autocaravana. De hecho, uno de los sitios, diría que lo usan para robar a los que dejen allí la AC sola, por las referencias que han dejado otros autocaravanistas.

Esa noche cenamos unos pinchos riquísimos, tamaño de Bilbao y a precio de TooGoodToGo, 4 euros. Y acabamos durmiendo en un polígono industrial.

Conversaciones interesantes en Oña (Burgos)

Oña es un pueblo monumental, con muchas rutas y cosas para hacer. El Jardín Secreto contiene obras que cambian ¿cada año?, organizan el Cronicón, participan en el Festival Internacional de Órgano Barroco Las Merindades. ¿Se imaginan, tocar un instrumente del siglo XVIII? Me imagino al artesano construyéndolo hace doscientos años, a los sucesivos frailes y seglares tocando, hasta hoy.

Pasamos un par de días en el pueblo y coincidió con uno de esos conciertos gratuitos, que nunca hubiéramos ido a ver de no haber tenido un vehículo vivienda. Un auténtico lujo poder escuchar a Ensemble Calisto en una iglesia tan rica, y que conserva gran cantidad de su pintura.

Al estar tan cerca de casa aún, encontré conocidos con los que mantuvimos charlas muy interesantes. Hablamos de la explotación integral de los bosques, en contraposición a su explotacion como cotos de caza, mucho menos rentable para los ayuntamientos (no he contrastado esto). Cómo son los incendios de algunos tipos de pino, que explotan para preservar y esparcir sus piñas. El futuro del fracking ahora que el barril de Brent vuelve a estar en torno a 100 dólares, o la campaña de carteles del Ayuntamiento para que los dueños de mascotas limpien las cacas. Esta campaña es muy efectiva, no hay una sola caca, así que ahora deberían poner cartelitos para que los fumadores no tiren sus colillas al suelo o para que la gente enseñe a sus chiquillos que no se tiran los envoltorios vacíos.

Oña es un pueblo amigable con los caravanistas y nos quedaron muchas cosas por ver. Volveremos cuando no haga tanto calor.

Gracias a Luis, Adolfo y Rocío por las conversaciones tan entretenidas..