Volviendo al principio: Tudela – Logroño

Despertamos en Tudela y hoy iremos a Logroño. Vamos a visitar cuatro provincias y cuatro comunidades autónomas en cuatro días diferentes: Zaragoza, Navarra, La Rioja y Burgos.

Ayer tuvimos la suerte de asistir a un concierto del grupo Shinjiru, una coral notable y que hacen versiones de canciones. ¡De los conciertos de Navidad más divertidos a los que he asistido! Si tengo la oportundad, volveré a verles.

Las luces de Tudela muy cucas también, ahora con los LED hacen figuras muy finas. Faltan tres días para Navidad, y hace tanto calor que aun de noche la gente está en las terrazas, ¡y sin setas eléctricas! Aunque aquí tengan un clima digno, también está siendo un invierno muy caluroso. Algunos amigos me decían, ¡ya verás cuando os toque un invierno de verdad!. Pues ese invierno estaré lejos de aquí, en climas cálidos.

Volviendo a casa coincidimos con la chica que nos alquiló una autocaravana en diciembre de 2019. Una casualidad, porque ella no suele pasarse ya por aquí. Tudela es una ciudad de 40.000 habitantes, así que no es fácil coincidir. Seguramente, incluso en un pueblo de 50 censados, podrás estar semanas sin ver a alguien en concreto. 

En fin, que es muy agradable encontrar caras conocidas, sobre todo cuando no lo esperas. Y que gracias a ella probamos una autocaravana por primera vez!

El área de Tudela está bien, la gente que dice que es horrenda se pasa un poco. Es cierto que el agua limpia está en una calle diferente de la alcantarilla de las grises y que se pierde más tiempo que en otras áreas. También está en cuesta y es más difícil maniobrar, pero ¡ojalá hubiera un área así en todas las localidades!

Justo enfrente hay una tienda grande de vinos y conservas, a la que eché el ojo en 2019, esta vez no me voy sin comprar alguna cosica. Que en breve serán «cositas», a medida que avanzamos hacia Castilla.

Por cierto, decíamos que en Zaragoza no se aprecia el acento maño tan característico, sobre todo en la gente joven. ¿Quizá se considera un poco pueblerino? Habrá que investigar esa evolución.

Ya en Logroño, esta vez hemos aparcado en una zona diferente, más cerca del centro. Me encanta, porque en esta zona aparcan encima de los cebreados, en cualquier hueco. Me siento como en casa, en el barrio de Gamonal.

Y hablando de Gamonal, allí lo que no tenemos es gamonalismo.

Me hace gracia el que los logroñeses se quejan de estos aparcamientos cerca del centro y dicen que hay que aparcar en su área. No voy a negar que su área está bien (mejor dicho, el no-área aneja donde no se montan carreras ilegales los sábados noche) pero está bastante lejos del centro y no tiene tiendas cerca.

Ya pasamos unos días muy agradables en Logroño, pero en Navidad también tiene su gracia visitar lugares conocidos: El belén monumental de la plaza del Ayuntamiento es muy chulo, muy cuidado y está bien trabajado: incluye algunos puntos de interés de Logroño y alrededores (Briones..). Como hemos estado visitando toda esta zona, mola reconocer los sitios que ya hemos visitado.

La puerta del Revellín trasladada a la plaza del Ayuntamiento.

A la derecha, el pozo de los deseos para fines benéficos. Después, los picuezos (formaciones geológicas) y en el centro de la imagen, el portal, que representa la iglesia de San Bartolomé. y casi no deja de verse durante todo el paseo a través del belén monumental.

Iglesia imperial de Santa María de Palacio.

En otro orden de cosas, la cadena de tiendas de chuches ‘El Ángel’ recuerda un poco -en estética- a la cadena de tiendas ‘El rincón’ de Zaragoza. Por cierto, ¿que les pasa en Zaragoza con las chuches? Tiendas a cascoporro, más cola qué en cualquier puesto del mercado… En Burgos no tenemos muchas tiendas de chuches,  porque se venden también en panaderías, kioscos de prensa… Quizá en Zaragoza es al revés, son las tiendas de chuches las que venden pan, prensa…

También se nota que hemos cambiado de comunidad en que es más fácil conseguir Toogoodtogo de supermercados. En Zaragoza desaparecían a los pocos segundos de publicarlos, salvo los de tiendas de chuches y de restaurantes, que estaban muy bien también. En Santander también eran muy fáciles de conseguir, pero no eran tan interesantes. Lo que les encantaba allí son los Tgtg de pastelerías, que se acaban en microsegundos.

Hoy nos despedimos de Logroño con un día muy agradable: hace sol, calor, las calles y las terrazas de la hostelería están llenas de gente (tanto de día como de noche) y nos hemos ido de paseo en chaquetilla, sin abrigo ni nada. Así da gusto. Y si no nos multan por aparcar mal, más.